El siRNA es una sustancia que puede modificar las cadenas de ADN de la célula cancerígena, por lo tanto puede destruirla por dentro. El problema es que los componentes de la sangre y algunos tejidos la destruyen mucho antes de llegar al tumor o a la célula, así que Hammond y su equipo crearon una pequeña cápsula para transportarla. Ésta es más pequeña que un cabello humano y se camuflajea con una delgada capa de agua para que el cuerpo no la rechace.
Se realizaron pruebas de esta molécula en cerdos, a los cuales se les había implantado un tipo de cáncer. Probaron con los métodos tradicionales pero ninguno mostró resultados como esta nueva partícula.
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