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Phillip Zimbardo es un psicólogo que estudia qué ocurre detrás del abuso de poder. Es conocido por su experimento de la prisión en Stanford University, en donde escogió a estudiantes normales para que simularan ser policías y prisioneros, y observó como los policías abusaban del poder y el anonimato que tenían y humillaban a los prisioneros de muchas formas.
En la prisión de Abu Ghraib, un grupo de militares recibió órdenes de poner presión a los prisioneros que tenían para que dijeran información importante, y estos fueron los factores que detonaron la violencia que se produjo ahí durante tres meses.
Él habla sobre como el origen del mal pueden ser las reglas que nos dan las instituciones, ya que una persona, por obediencia, puede ignorar signos de que está actuando de una manera inhumana. Realizaron un experimento en donde invitaron a mil personas normales de 20 a 50 años a ser maestros de un señor. El señor estaba conectado a un aparato para hacer descargas eléctricas, y cada que él se equivocara en un respuesta, el voluntario tenía que oprimir el botón que activaba la descarga. Ésta comenzaba en 15 voltios, pero iba aumentando hasta llegar a 450 voltios. El 90% de las personas llegaron a esta cantidad, ya que cuando querían parar, el supervisor les decía que no se preocuparan y que él sería el responsable si algo malo sucedía.
Estos factores como el anonimato, la falta de responsabilidad y supervisión, hacer las cosas porque te lo ordenaron o por obediencia, también pueden detonar el mal que llevamos dentro, y hacernos cruzar la delgada línea entre lo bueno y lo malo.
Por otro lado, también podemos educar a los niños para que sean héroes en reposo, pero siguiendo un modelo correcto de héroe, no como los de las películas. La oportunidad de ser un héroe puede venir una sola vez en la vida, por eso tenemos que estar conscientes y no solo pensar en nuestro acto heroico, sino también hacerlo.
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